Para encontrar a la persona ideal con la que compartir tu vida, primero debes amarte a ti mism@.
- Cómo hacerlo: Escribe un diario, lee libros que te inspiren, tómate tiempo para pasear o tomar un café a solas con tus sentimientos. Únete a un grupo de crecimiento personal o ten amigas de confianza con las que poder hablar íntimamente.
Tener claro cuáles son tus fortalezas y tus debilidades. Por ejemplo, si eres una mujer independiente que no tiene problemas para estar sola, sabrás esperar a que llegue la persona adecuada. En cambio, si te resulta difícil tolerar la soledad es posible que tiendas a precipitarte y elijas mal. Pero en el momento en que eres consciente de esa tendencia puedes trabajar para suavizarla.
- Cómo hacerlo: Fortalece tu red de amigos. Aprende a pasar un buen rato en tu propia compañía. Apúntate a actividades tú sola. Haz tiempo en tu agenda para todo aquello con lo que disfrutas: salir a cenar, ir al cine, caminar, bailar, etc.
Ser honest@. Todos tenemos un lado oscuro o una sombra que nos cuesta mostrar a los demás o mirar de frente. Pero si no eres consciente de ella la proyectarás en otra persona. Un ejemplo: tus padres se divorciaron cuando eras pequeña y tú, que eras demasiado joven, creíste que era por tu culpa. Eso te convirtió en una persona insegura que, en el fondo, siempre teme que la vayan a abandonar.
- Cómo hacerlo: En primer lugar, date permiso para mirar en tu interior y comenzar a reconocer todas tus facetas. La meditación, el yoga, el reiki u otras terapias complementarias te facilitarán el proceso. Pero lo más importante es que tomes la decisión de verte tal y como eres, para poco a poco dejar de juzgarte, sentirte culpable o atribuir la responsabilidad de tus actos a los demás.
¿Qué ocurre una vez que has hecho las pases contigo mism@?
El principal síntoma es que tendrás una sensación de paz interior y armonía que se va haciendo cada vez más intensa.
Sin embargo, no creas que a partir de ese momento todo será perfecto. La vida tiene altos y bajos, situaciones inesperadas que están fuera de tu control. Tu estado de ánimo también varía y habrá días en los que volverás a sentir que no vales o que las cosas nunca te salen bien.
La diferencia es que te lo tomarás de otra forma. Ya no podrás culpar a tus padres o a tu ex parejapor cómo te sientes, puesto que serás consciente de que tú eres la única que puede elegir cómo reaccionar ante una situación. Seguramente dejarás de caer en comportamientos compulsivos para alejar el fantasma de la soledad y el miedo, como ir de compras o beber demasiado.
En definitiva, cuando te conoces bien tienes más herramientas para afrontar las circunstancias de la vida. Pero recuerda que eso incluye ser compasiva contigo misma y no exigirte una perfección que es imposible
.
Recuerda tres claves que te ayudarán a sentirte bien en el día a día:
- Haz caso de tu intuición, que es una brújula interior que nos guía por el camino correcto si lo permitimos. Escucha a tu cuerpo y a tus sentimientos, pues ellos te están mandando la señal que necesitas en cada momento.
- Aléjate de las personas tóxicas que drenan tu energía y de las situaciones que te colocan en un estado de miedo o de estrés. Busca tus propios refugios en las amistades que te nutren, en la naturaleza, en tus hobbies o dondequiera que te sientas bien.
- Y sobre todo, procura desdramatizar y tomarte las cosas con sentido del humor. En la vida todo pasa, y es importante aprender a fluir con las cosas tal y como vienen.
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